domingo, 14 de marzo de 2010

CARTA A MIS PADRES

Cada vez que tengo que corregir a mis hijos por algún sinsabor que cometieron, es dificil, porque es verme como en un espejo, es entonces cuando los recuerdo a Uds., a ti mamita y a papi.
Me viene a la mente cuando hacia mis travesuras con los materiales de papi y tú mami te las ingeniabas para que no quedara huella de ello y no renegara mi padre; o las veces que nos descubría Él y nos castigaba, pero luego lo veíamos estar en el jardín regando hasta que se le pasara el enojo.
Y esto era el peor castigo...verlo asi.
Recuerdo el querer parecerme a un muchacho, en lo que hace un muchacho, no en serlo de verdad, tratar de hacer lo que Él hacía...Es que éramos 4 hijas, y faltaba el varón...
Una vez Él dijo, "lo único que le falta a esta chica, es usar un overol...", supongo que para otra chica esta sería una ofensa a su femineidad, pero para mí fue el mayor logro de sentirme cercana a Él.
...Y las veces que enfermaba y sólo tus manos mamita eran suficientes para calmar el dolor, la verdad, es que no recuerdo conque medicina me curabas, sólo recuerdo que el recostarme en tu falda y sentir tus dedos acariciarme, era lo que yo necesitaba. Después venía papi, con la colonia en el pañuelo y la ponía en mi frente. ¡Qué más se podia pedir?¡.
Los cuadernos que mi padre encuadernaba para nosotras...Conque esmero y detalle los iba formando, y conque orgullo los llevaba al colegio, mientras mis compañeras tenía cuadernos de marca y caros, yo tenía esos cuadernos que tus manos padre me daban. Padre, un hombre que no dejaba que le confies tus intimidades, serio, tajante, que nunca escuché decir te quiero hija, pero sí lo sentía, ese tu cariño incondicional.
Para el sueldo de un profesor nunca nos sobro nada, pero nos sentíamos unas princesas. ..."el hábito no hace al monje" decías, así que los trapos sólo tenían la importancia que debían tener, y la moda como pasajera no estaba entre nuestros planes, más importante era ser nosotras mismas, y destacar por ello.
Verte a ti mamita, cuando la enfermedad se recrudecia en tus extremidades, pero ni así dejaste de cuidar a mi padre con ese amor infinito.
Y cuando ya tus fuerzas no te ayudaban a salir de tu habitación y papi nos hacia esos "masacotes" de comida que sabían ¡tan bien!...Era su forma de decir "te amo, cuídate para mi".
Y yo cada vez que tenía la conciencia sucia por haber hecho algo, sea advertido o no por Uds. no podía dormir tranquila, bajaba a la habitación de Uds y tenía que pedirles perdón para sentirme aliviada.
Cuantos recuerdos tengo guardados en la memoria, momentos tan lindos, como cuando salíamos al campo a soltar las piernas, comíamos tus pasteles mamita, sabor que nunca mas volveré a saborear, y ya de regreso, agotadas, mi padre nos llevaba a tomar helado antes de regresar a casa.
La primera obra que a las 4 nos regalastes papi, en una Navidad, y es que ya no era tiempo de muñecas...quizás haya sido el origen que hoy esté escribiendo todo lo que me acongoja o me alegra al rememorarlos.
Ahy de esa vez que me llevaste a ver una película del Agente 007 en mi cumpleaños, sin tener los 14 años, pués me faltaban 2, y con ello me decías sin palabra que confiabas en mi.
Mami, papi...hoy mis hijos cometen los mismos errores que cometí y me hacen tanta falta Uds. dos... ¡LOS AMO TANTO!.

Año : 2005

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