sábado, 27 de marzo de 2010

El Grano de Café


Pasados los 60 minutos de apagar la luz artificial para solidarizarnos con esta campaña pensando en nuestro mundo...Hoy les contaré una anécdota de mi adolescencia, un día de esos grises que no escasean en la vida y crecimiento de uno...
Estaba triste y malhumorada a la misma vez por cosas que me dañaban y recurrí a mi madre para llenarla de mis quejas; recuerdo que ella estaba en la cocina preparando la cena minutos antes de la llegada de mi padre, mientras ella estaba en plena faena escuchaba mi parloteo mirándome de reojo, fue entonces que me dijo. _No te quedes sólo hablando, ¡Ayúdame! pon a hervir agua en estas tres cacerolas.
Le obedecí un poco resentida porque me parecía que no me prestaba importancia pero entendía que tenía razón, debía apoyarla.

Mientras lo hacía, ella se sentó cerca a la mesa y me dijo: _Ven sientate, ¿ya estas más tranquila?

La verdad no me sentía en paz, pero para no preocuparla le dije que si.

Me disponía a irme cuando ella se volvió a parar al ver el agua en ebullición, sacó unos huevos de la refrigeradora y lo colocó en una de las cacerolas, en la otra colocó papas, y en la que quedaba un poco de granos de café.

Me mandó a cuidar que los 3 alimentos se cocinen y apenas eso suceda le avise.

LLegado el momento, me dijo que saque del agua los huevos y los pele, las papas de igual modo y cuele el café.

Al paso que iba haciendo lo encomendado, mi madre con voz tierna me dijo:


¿Eres una papa que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan , te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?


¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de un sinsabor, una separación, una discusión, o desilución te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?


¿O eres como un grano de café?
El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad? Tú decides...
¿Eres una papa, un huevo o un grano de café?


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