miércoles, 5 de marzo de 2014

Leer los 4 evangelios en 40 días - CUARESMA (1)


ACI PRENSA

¿Ya te sumaste al #DesafíodeCuaresma? Leeremos los 4 Evangelios en 40 días. Hoy es el #Día1: Leemos el Evangelio según San Marcos, capítulos 1 y 2. 
Puedes leerlos directamente en nuestra Biblia web aquí: http://bit.ly/1c6ohh1

Evangelio de San Marcos Cap. 1

NOTA INTRODUCTORIA

Marcos, que antes se llamaba Juan, fue hijo de aquella María en cuya casa se solían reunir los discípulos del Señor (Hech. 12, 12). Es muy probable que la misma casa sirviera de escenario para otros acontecimientos sagrados, como la última Cena y la venida del Espíritu Santo.
Con su primo Bernabé acompañó Marcos a San Pablo en el primer viaje apostólico, hasta la ciudad de Perge de Panfilia (Hech. 13, 13). Más tarde, entre los años 61-63, lo encontramos de nuevo al lado del Apóstol de los gentiles cuando éste estaba preso en Roma.
San Pedro llama a Marcos su "hijo" (I Pedr. 5, 13), lo que hace suponer que fue bautizado por el Príncipe de los Apóstoles. La tradición más antigua confirma por unanimidad que Marcos en Roma transmitía a la gente las enseñanzas de su padre espiritual, escribiendo allí, en los años 50-60, su Evangelio, que es por consiguiente, el de San Pedro.
El fin que el segundo Evangelista se propone, es demostrar que Jesucristo es Hijo de Dios y que todas las cosas de la naturaleza y aun los demonios le están sujetos. Por lo cual relata principalmente los milagros y la expulsión de los espíritus inmundos.
El Evangelio de San Marcos, el más breve de los cuatro, presenta en forma sintética, muchos pasajes de los sinópticos, no obstante lo cual reviste singular interés, porque narra algunos episodios que le son exclusivos y también por muchos matices propios, que permiten comprender mejor los demás Evangelios.
Murió San Marcos en Alejandría de Egipto, cuya iglesia gobernaba. La ciudad de Venecia, que lo tiene por patrono, venera su cuerpo en la catedral.

I. SAN JUAN BAUTISTA

PREDICACIÓN DE JUAN BAUTISTA.

1. Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
2. Según lo que está escrito en Isaías, el profeta: "Mira que envío delante de Ti a mi mensajero, el cual preparará tu camino".
3. "Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas".
4. Estuvo Juan el Bautista bautizando en el desierto, y predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados.

5. Y todos iban a él de toda la tierra de Judea y de Jerusalén y se hacían bautizar por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
6. Juan estaba vestido de pelos de camello y llevaba un ceñidor de cuero alrededor de sus lomos. Su alimento eran langostas y miel silvestre.
7. Y predicaba así: "Viene en pos de mí el que es más poderoso que yo, delante del cual yo no soy digno ni aun de inclinarme para desatar la correa de sus sandalias.
8. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo".

BAUTISMO Y TENTACIÓN DE JESÚS.

9. Y sucedió que en aquellos días Jesús vino de Nazaret de Galilea, y se hizo bautizar por Juan en el Jordán.
10. Y al momento de salir del agua, vió entreabrirse los cielos, y al Espíritu que, en forma de paloma, descendía sobre Él.
11. Y sonó una voz del cielo: "Tú eres el Hijo mío amado, en Ti me complazco".
12. Y en seguida el Espíritu lo llevó al desierto.
13. Y se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.

II. JESÚS EN GALILEA

14. Después que Juan hubo sido encarcelado, fue Jesús a Galilea, predicando la buena nueva de Dios,
15. y diciendo: "El tiempo se ha cumplido, y se ha acercado el reino de Dios. Arrepentíos y creed en el Evangelio".

LOS PRIMEROS DISCÍPULOS.

16. Pasando a lo largo del mar de Galilea, vió a Simón y a Andrés, hermano de Simón, que echaban la red en el mar, pues eran pescadores.
17. Díjoles Jesús: "Venid, seguidme, y Yo os haré pescadores de hombres".
18. Y en seguida, dejando sus redes, lo siguieron.
19. Yendo un poco más adelante, vió a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, que estaban también en la barca, arreglando sus redes.
20. Al punto los llamó; y ellos dejando a Zebedeo, su padre, en la barca con los jornaleros, lo siguieron.
21. Entraron a Cafarnaúm; y luego, el día de sábado, entró en la sinagoga y se puso a enseñar.
22. Y estaban asombrados por su doctrina; pues les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

PRIMEROS MILAGROS DE JESÚS.


23. Se encontraba en las sinagogas de ellos un hombre poseído por un espíritu inmundo, el cual gritó:
24. "¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a perdernos? Te conozco quién eres: El Santo de Dios".
25. Mas Jesús lo increpó diciendo: "¡Cállate y sal de él!".
26. Entonces el espíritu inmundo, zamarreándolo y gritando muy fuerte salió de él.
27. Y todos quedaron llenos de estupor, tanto que discutían entre sí y decían: "¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva e impartida con autoridad! ¡Aun a los espíritus inmundos manda, y le obedecen!"
28. Y pronto se extendió su fama por doquier, en todos los confines de Galilea.
29. Luego que salieron de la sinagoga, vinieron a casa de Simón y Andrés, con Santiago y Juan.
30. Y estaba la suegra de Simón en cama, con fiebre y al punto le hablaron de ella.
31. Entonces fue a ella, y tomándola de la mano, la levantó, y la dejó la fiebre, y se puso a servirles.
32. Llegada la tarde, cuando el sol se hubo puesto, le trajeron todos los enfermos y los endemoniados.
33. Y toda la ciudad estaba agolpada a la puerta.
34. Sanó a muchos enfermos afligidos de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios; pero no dejaba a los demonios hablar, porque sabían quién era Él.
35. En la madrugada, siendo aún muy de noche, se levantó, salió y fue a un lugar desierto, y se puso allí a orar.
36. Mas Simón partió en su busca con sus compañeros.
37. Cuando lo encontraron, le dijeron: "Todos te buscan".
38. Respondióles: "Vamos a otra parte, a las aldeas vecinas, para que predique allí también. Porque a eso salí".
39. Y anduvo predicando en sus sinagogas, por toda la Galilea y expulsando a los demonios.
40. Vino a Él un leproso, le suplicó y arrodillándose, le dijo: "Si quieres, puedes limpiarme".
41. Entonces, Jesús, movido a compasión, alargó la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero, sé sano".
42. Al punto lo dejó la lepra, y quedó sano.
43. Y amonestándolo, le despidió luego,
44. y le dijo: "¡Mira! No digas nada a nadie; mas anda a mostrarte al sacerdote, y presenta, por tu curación, la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio".
45. Pero él se fue y comenzó a publicar muchas cosas y a difundir la noticia, de modo que (Jesús) no podía ya entrar ostensiblemente en una ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares despoblados; y acudían a Él de todas partes.

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