En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- «Muchas cosas me quedan por decirles, pero ustedes no las pueden comprender por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad plena.
Pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga y les comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo comunicará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les he dicho que tomará de lo mío y se lo anunciará a ustedes».
Palabra del Señor.
***************
Hoy no es un día para intentar explicar el «misterio de la Trinidad», sino de recordar cómo ha actuado y sigue actuando Dios en bien nuestro, y cómo toda nuestra vida está marcada y orientada por su amor:
* ya en el Bautismo fuimos signados y bautizados «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo», envueltos, por tanto, ya desde el principio, en su amor;
* en la celebración de la Eucaristía, al principio nos santiguamos en su nombre, el presidente nos saluda en su nombre, y al final nos bendice también en el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo;
* durante la misa cantamos el Gloria, o recitamos el Credo, siempre centrados en la actuación de las tres divinas Personas; y el sacerdote, en nombre de la comunidad, siempre dirige la oración al Padre, por medio de Cristo y en el Espíritu;
* en la «doxología» o alabanza final de la Plegaria Eucarística, dice solemnemente cuál es la dirección de toda nuestra alabanza: «por Cristo, con él y en él, a ti. Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria. . .»;
* ¿cuántas veces, durante nuestra vida, nos santiguamos a nosotros mismos en el nombre del Dios Trino, recordando nuestra pertenencia a él?;
* ¿ cuántas veces rezamos esa breve y densa oración que es el «Gloria al Padre», como resumen de nuestras mejores actitudes de fe?.
Realmente se puede decir que todos «somos trinitarios». Que estamos invadidos del amor y la cercanía y la vida de ese Dios Trino. Y eso es lo que puede darnos fuerzas para seguir con confianza e! camino de Jesús en nuestra vida.
P. José Aldazábal |
No hay comentarios:
Publicar un comentario