domingo, 14 de marzo de 2010

POR UN SUEÑO




Mi amada y tierna Madre
gracias por sanar mis heridas
en este tiempo de recogimiento
antes del advenimiento.

Nadie como tú reina de reinas,
para encaminar mi camino,
entender a está mujer y sierva,
enamorada eterna de tú hijo.

Hoy me postro a tus pies
y te pido por un sueño,
me conoces tanto Señora mía
que sabes que no me pertenece,
pero sabes también...
que este sueño logrará la felicidad
no sólo de él, sino de quienes ama.

A tus plantas dejo escrito
este mi humilde pedido,
a su esfuerzo es bien merecido,
olvida por favor sus defectos
sus pecados que en ignorancia hizo,
bendice sus días,
has que su boca sonría.

Sé tu mi madre, mi siempre confidente,
abogada de su alma ante Jesús
y Él me conceda este pedido.
Gracias mi buena madre,
es mi espíritu tuyo.



DIC. 3 2006
Lima - Perú

No hay comentarios: