domingo, 14 de marzo de 2010

PENITENTE




Ten piedad Padre mío
soy pecador y vengo a ti
vestido de penitente
rasgo mi dolor
arrastro mi pecado.

Limpia Padre de mi
todo la inmundicia de mi alma
que no me deja levantar la mirada
y verte delante de mi
llenar dentro mi la dicha de tu paz.

Mi mente atormentada
nubla mis ojos
tiemblan mis manos no castas
mis labios agrietados de palabras
groseras...bajas.

Tengo los pies incrustados en el barro
de este camino oscuro
de un olor maloliente
de un hedor nauseabundo.

Padre mío...ten piedad
en conflicto estoy
todo mis días sentí tu amor
y aun así mis pasos los di
contrario a ti rebelde
lleno de soberbia relamí mis heridas.

Perdón...no se convertir mi espíritu a ti
mi lucha no tiene reparo
ya mis venas se desangran
el aire no oxigena mis pulmones
y la muerte me espanta...
si no logro que estés en mi.

Deja tus manos en mi corazón
no oigas mis palabras
si es necesario
que muera todo lo que no me deja
llegar a ti...pero entra en mi.


25/10/2005

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